Giuseppe Verdi

Giuseppe Verdi (1813-1901), nació en Le Roncole – Italia el 10 de octubre de 1813.

Surgió de una familia muy modesta, pero tuvo la suerte de contar con la protección de Antonio Barezzi, un comerciante de Busseto aficionado a la música, quien desde el primer momento creyó en sus virtudes, convirtiéndose después en su suegro, cuando Giuseppe Verdi se casó con Margherita Barezzi en 1836.

Estudió con Vincenzo Lavigna, quien le hizo conocer la música italiana antigua y la alemana de la época.

En 1839, obtuvo en Milán- Italia su primer contrato en el teatro de la Scala, gracias a su primera ópera  “Oberto, conte di San Bonifacio”.

Lamentablemente su siguiente obra “Un giorno di regno”, fue un fracaso, lo cual juntamente con la muerte de su esposa y sus dos hijos, lo sumieron en una profunda depresión en la que estuvo a punto de abandonar su carrera musical.

Sin embargo, en 1842, recupera el entusiasmo con el estreno de su nueva obra “Nabucco”, consagrándose como compositor sino también como símbolo de la lucha patriótica por la unificación política del país.

Y así se vio obligado a escribir sin pausa, una ópera tras otra.

En 1851 estrenó de “Rigoletto”, y dos años después sus dos obras maestras: “Il Trovatore” y “La Traviata”.

A partir de este momento empezó a componer obras de calidad, pero en cantidad reducida.

En 1871 compone “Aida”, de esta manera las arias se hacen más breves y cada vez más integradas en un flujo musical continuo – que no hay que confundir con el tejido sinfónico propio del drama musical wagneriano-, y la instrumentación se hace más cuidada.

Cerca de cumplir los 80 años, prácticamente retirado, aún llegó a componer un par de óperas más, ambas con libretos de “Arrigo Boito” sobre textos de Shakespeare: “Otello y Falstaff”, esta última una encantadora una comedia lírica operística en tres actos.

Con sus obras conquistó la ópera italiana, representó ideales de la época, y aún emociona a los espectadores actuales.

Te invitamos a descubrir la magia de sus óperas, a través de estas dos ediciones: Verdi I y Verdi II, infaltables en tu colección de música clásica.